Los procesos logísticos cambian el panorama sustentable en Latinoamérica. Descubramos las barreras, retos y oportunidades.
La logística sustentable está en el calendario desde hace ya unos años, en el caso de Latinoamérica, aunque a destiempo, el recorrido es el mismo. Repasamos cuáles son los retos en la industria de la región y cuáles son las tendencias de este 2023. ¡Veamos!
Tal como sucede en todas partes del mundo, Latinoamérica no está exenta del calentamiento global, desastres naturales, la crisis económica y social y el desabastecimiento. Con los números en alza, los clientes también exigen productos más honestos con su entorno. Por estos motivos, muchas empresas han empezado a poner foco en medidas más sustentables para contrarrestar esta problemática y optimizar procesos logísticos como principal desafío.
Por eso, la economía mundial y la sustentabilidad deben ir de la mano. Aquí es donde la digitalización, la innovación y la automatización de procesos juegan un rol clave.
Mientras más empeño ponen todas las empresas en reducir la contaminación, aportar al reciclaje e implementar el almacenaje para la logística interna, los resultados han sido muy positivos en cuestiones socioambientales. Y esto, en parte, es gracias a los avances tecnológicos que agilizan procesos, reducen tiempos y costes, donde más personas pueden trabajar desde su hogar en cualquier lugar del mundo con mayor acceso a la información.
La logística en Latinoamérica se enfrenta a muchísimos retos para jugar al mismo nivel de otras regiones. Por eso deberá sortear varias problemáticas que están vigentes:
Mejorar la seguridad en las transacciones
Ya sea en las empresas tercerizadoras y de logística de envíos, siempre hay que investigar su reputación, navegar su web, buscar comentarios de otros clientes y valoraciones con el fin de evitar posibles estafas o negocios falsos.
Implementar la digitalización en la logística de entrega
Las estaciones de gas, muchas veces, se encuentran en zonas alejadas. Cuando las empresas de logística recorren grandes distancias, suelen retrasar los tiempos de entrega. Al automatizar estos procesos, se optimizan los tiempos de llegada, el monitoreo de las zonas y los transportes activos, el envío de notificaciones en tiempo real, y las recomendaciones de carga de combustible.
Reducir la inseguridad
Uno de los grandes problemas de la región es la inseguridad en la logística y la pérdida de capital. Esto afecta en los tiempos de entrega y en las ganancias. Por tal motivo, es indispensable asegurar los envíos y contratar un servicio que esté monitoreado todo el tiempo y en todo lugar
Prevenir los imprevistos
Los cierres de carreteras y autopistas, las barreras aduaneras de cada país, el capital humano altamente capacitado son algunos de los factores que pueden influir directamente en el éxito o fracaso de nuestro negocio. En Latinoamérica, hay constantes cambios en las reglamentaciones, como en el estado de las vías y autopistas y sus posteriores arreglos o cierres. Por eso, al contar con herramientas de gestión y automatización de procesos para hacer seguimiento y monitorear cada zona, es clave para actuar frente a eventualidades.
Aunque no todo está perdido, la realidad de Latinoamérica en torno a la logística presenta un gran atraso en relación con otros sectores. Mucho de esto se relaciona con el acceso a la tecnología e innovación que implica estar al nivel de otros países.
Esto se debe a los problemas sociales y económicos que afectan a la región. Sin embargo, Latinoamérica creció mucho en el último periodo en capital humano y automatización de procesos digitales que mejoraron notablemente el panorama.
Hoy los consumidores son muy conscientes de la situación global, la entrega es parte de esa gran cadena de valor. Comercializar fuera y dentro del país puede suponer una barrera, pero hay mucho territorio por recorrer y mejorar y el sector está yendo en camino a ser parte de este gran cambio con la mirada en la sustentabilidad.
Las tendencias en este 2023
Los cambios en base a la economía y la sustentabilidad están en puerta. En un territorio tan amplio como Latinoamérica, aún hay un periodo lento de adopción. Algunas de las tendencias que se verán más fuertes este año:
Los bonos verdes
Este concepto se instala como la moneda del futuro. Y es que los bonos verdes o bonos sustentables no son más que fondos que irán a una inversión para paliar la contaminación ambiental producida por una empresa. Además, tiene en cuenta el impacto social, económico y ambiental, generando más puestos de trabajo y una mejora notable en la sustentabilidad. Y, como si fuera poco, fue pionera en Latinoamérica. Aquí, la logística también juega un gran rol en la adquisición de estos bonos.
Reducción de las emisiones de carbono
El transporte de carga es actualmente responsable de una gran parte de las emisiones de carbono. Algunas empresas de logística mitigan parte de sus emisiones de transporte, invirtiendo en compensaciones de carbono, como en proyectos forestales.
Un nuevo panorama para el carbono
La inserción de carbono para abordar los impactos dentro de la cadena de suministro de logística, puede ser parte de la solución para acelerar la descarbonización del sector del transporte. Por ejemplo: la ampliación de combustibles alternativos y sostenibles, la renovación de flotas o la modernización de motores pueden mejorar las redes de transporte con tecnologías con menos emisiones de carbono.
Mejorar la eficiencia de los envíos
Al reducir el consumo de combustible y evitar el exceso de emisiones, el impacto climático se ve beneficiado, así como el ámbito de la salud y la seguridad pública. Almacenar y usar energía de fuentes renovables ayudará a detener la marea del cambio climático. Pero las soluciones actuales aún tienen que alcanzar las economías de escala necesarias para reemplazar por completo los combustibles fósiles convencionales.
Reutilizar, reparar, reciclar
La transición a una economía circular requiere nada menos que una transformación drástica del diseño, la producción y el reciclaje de productos. Por eso, las empresas están reinventando ciclos de vida completos de productos en la etapa de diseño y tratando de maximizar la reutilización, reparación, remanufactura y reciclaje de productos.
Dado que las cadenas de suministro generan aproximadamente el 50 % de los desechos plásticos del mundo, la industria de la logística se ve obligada a cambiar la forma en que opera. Así, la postura que tome será una ventaja competitiva y se beneficiará del cumplimiento temprano de las nuevas regulaciones. Ese es el camino.