Durante la crisis sanitaria hemos asistido a las transformaciones digitales de las empresas y los cambios de hábitos de los consumidores. Frente al impulso del comercio digital, la pandemia también demostró que era necesario canalizar los esfuerzos logísticos para alcanzar coherencia y facilitar el desarrollo del comercio electrónico sostenible. Es vital pensar a largo plazo y crear soluciones ecológicas eficaces.
¿Cómo afecta el comercio electrónico al medioambiente?
América Latina dio lugar a la transformación y la innovación en cuanto al comercio electrónico, que encontró en países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México escalada vertiginosa para llegar cada vez a más usuarios digitales, con un auge más notable que en otras regiones del mundo, dado que muchas personas ingresaban por primera vez a este universo electrónico.
El crecimiento de esta fuerza imperiosa puso a la vista no solo los desafíos de la logística del futuro, sino la cantidad de embalaje utilizado para hacer un envío ya fuera por el cuidado del producto en el traslado o el packaging de la marca. Esta tendencia a los empaques casi exagerados hizo que la percepción sobre la ecología se viera desvirtuada por los residuos que genera el comercio electrónico. Es indudable que el resguardo de los artículos en el transporte y el impacto de la imagen requieren atención. Sin embargo, un tercer elemento apareció entre bambalinas: la sostenibilidad asociada a las entregas.
Aunque el envasado estándar no parece una solución ecológica, a nivel mundial el cartón para embalajes también padece las consecuencias del aumento del comercio electrónico y afecta a los proveedores para organizar el empaquetado y las entregas. De modo que la escasez se suma a los trastornos logísticos y obliga a analizar otras variantes que colaboren con el comercio electrónico sostenible.
Esta demanda de soluciones ecológicas atraviesa a todas las economías, no solo para resolver la escasez de cartón, sino también para mejorar la cooperación y la sustentabilidad en los procesos productivos y logísticos. Este contexto de embalaje se ve recrudecido con la cantidad de devoluciones que aumentan con los nuevos servicios de logística inversa, dada la comodidad que ofrecen las tiendas digitales para los consumidores online. En consecuencia, estas devoluciones generan nuevos retos en la logística inversa, ante el dilema de recuperar el valor del producto o eliminarlo.
La reducción de residuos, el reciclado de envases y las alternativas al cartón y el plástico pesan en la transición hacia un embalaje sostenible, pero aún más la concientización de las nuevas generaciones y el trasfondo de la cultura de una empresa que se encamine hacia la economía circular como efecto de sus creencias y valores añadidos.
3 caminos para el comercio electrónico sostenible
En la búsqueda constante de alternativas para minimizar la huella, el embalaje sostenible tiende a aliviar las presiones ambientales, al mismo tiempo que requiere de un mayor esfuerzo empresarial para hacer el cambio. Sin embargo, no todo es inversión. Existen caminos alternativos para modificar los hábitos de los compradores, concientizar sobre algunas pautas más sostenibles o renovar los diseños de cajas a adaptaciones más pequeñas y suficientes. Es decir, no basta con querer ser más ecológicos, sino estar dispuestos al cambio.
En general, la reciclabilidad de los envases supone un reto para conseguir los medios eficientes para tal reciclaje. En el debate, las empresas se preguntan cómo implementar un embalaje ecológico, considerando que este efecto, hoy en día, influye en su permanencia en el mercado ante la creciente preocupación ambiental de los clientes. DHL plantea 3 caminos hacia un envasado más sostenible:
1. Cartón reciclado como alternativa. El cartón corrugado se puede adaptar para eliminar el desperdicio de material y las cajas reutilizables son las mejores opciones para introducir a la economía circular. Algunas empresas comienzan a implementar en su logística la posibilidad de entregar el producto en cajas que ya tuvieron un uso y están en perfectas condiciones.
2. Avances tecnológicos. Detrás del comercio electrónico sostenible, la revolución tiene su asiento en los avances digitales, como la inteligencia artificial y los desarrollos logísticos propios de cada compañía, que pueden tener un impacto real en diversas áreas y eslabones de la cadena de suministro. OptiCarton es la solución de DHL basada en inteligencia artificial que optimiza el volumen de llenado de las cajas a partir de algoritmos determinados y ahorra costos. Esta solución ofrece un paquete adecuado a cada envío, reduciendo los espacios vacíos en el volumen del comercio electrónico.
3. Replanteo de hábitos de consumo. La sostenibilidad es una de las prioridades que se plantea para una cadena de suministro en transición hacia una economía limpia. Dentro de este replanteo, una organización debe identificar las oportunidades de mejora, estableciendo objetivos y plazos que pueda comunicar a sus clientes y que transformen su ecosistema logístico. Como objetivo primordial, las empresas deben concientizar sobre los principios de un embalaje ecológico.
Ejemplos de embalaje sostenible que tienen mayor potencial
Para conocer cuáles son los embalajes ecológicos con mayor potencial hacia la tendencia residuo cero es necesario analizar las materias primas y su capacidad de reciclaje. Te mostramos algunos ejemplos de packaging ecológicos que se integran en la economía circular:
1. Cajas de cartón reciclado. Se trata de cajas fabricadas con materia prima de gestión responsable que admiten variedad de diseños y tamaños y una tasa alta de reciclaje.
2. Cajas procedentes de residuos agrícolas. Es un ejemplo de subproducto de cultivos agrícolas, es decir, la celulosa que proviene de cereales, cultivos de arroz o caña de azúcar, entre otros.
3. Envoltorios retornables. Dentro de las ideas más novedosas, estas bolsas están diseñadas para reutilizar, fabricadas con polipropileno reciclado de residuos. Llevan una etiqueta de retorno para sustituir los envases de un solo uso. Son fuertes y resistentes para soportar varios envíos.
En suma, la responsabilidad ambiental es una presión que cae sobre las empresas para promover un cambio social que restrinja el uso de envases de cartón o plástico de un solo uso, cuyos residuos asociados conllevan efectos negativos para el medioambiente y dejan en evidencia que el comercio electrónico puede no ser tan ecológico.
La sostenibilidad es un motor en la nueva economía que las empresas deben potenciar en sus entornos. Sin dudas, América Latina también se une a la revolución del comercio electrónico sostenible y en DHL Latam trabajamos en pos de esa sincronía verde entre economía y ecología.